UNIDAD EDUCATIVA “LA SALLE”
RESUMEN DE UN CUENTO DE CÉSAR DÁVILA ANDRADE:
“CAÍDA Y ASCENSO DEL CÓNDOR”
“Oh, Pachacamac, Señor del Universo,
Nunca sentimos más helada tu sonrisa,
Y al páramo subimos desnuda tu cabeza,
A coronarnos, llorando con tu sol”.
“Boletín y Elegía de las Mitas”.
César Dávila Andrade.
Y es precisamente en aquel páramo donde se siente más
helada la sonrisa de Pachacamac, Señor del Universo, en aquel risco elevado donde anidan los cóndores, aves mitológicas de
los pueblos aborígenes andinos, que se desarrolla una especie de ritual mágico,
ante los atónitos ojos de los habitantes de nuestra América india, la caída y ascenso del cóndor,
que con sus alas desplegadas al viento que sopla en las cordilleras, después de
sufrir un desplome mortal que es el preludio de una agonía prolongada de los
dioses andinos: los cóndores que al
desplegar sus alas en un esfuerzo titánico se elevan con dirección a los cielos
como dioses que anidaron en los riscos misteriosos; y, cobijados por el padre sol, proyectan su
sombra en los pajonales solitarios, como volando por sobre el misterio de la vida y de la
muerte.
Así, hacia el páramo, con la cabeza desnuda, el cóndor
sube en alas de la soledad, para alcanzar fronteras celestiales, donde anidarán
su esperanza de levantar nuevamente el vuelo como dioses infinitos del universo
que al desplegar sus alas durante la agonía, se inmortalizan en esa realidad,
magia, fantasía y ficción que perfila el vuelo de aquellas alas negras por
sobre las mezquindades del mundo en busca de nuevas geografías donde habitan
quienes se elevan sobre las contradicciones del entorno social.
En la Caída y ascenso del cóndor, César Dávila Andrade
aborda un mundo que va más allá de lo físico, porque fundamenta su relato en la
leyenda aborigen que considera al cóndor como un mensajero de los dioses, es el
lazo que une a los hombres con los dioses. Es el mensajero entre el indio,
auténtico señor de la tierra, con aquellos dioses milenarios. El cuento toma
como referente la leyenda que relata la agonía del cóndor que al sentirse viejo
se eleva hacia la cumbre más alta y se lanza en vuelo suicida hasta hundirse en
el barranco.
Este hecho conlleva la interpretación de un simbolismo ritual, es
la representación del retorno hacia el nido que espera entre los riscos andinos para renacer y emprender
nuevos vuelos, que perfilarán los sueños que enriquecen la cosmovisión de los aborígenes que invocan a
Pachacamac, el señor del universo, en la conjunción de la existencia con la
agonía de los cóndores en el renacer por siempre de la leyenda…
Ena Ruth Espín
López.
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