Diálogo con el personaje de:
Vida del ahorcado
"Pero ya me lo aclaras
todo: estoy viviendo la transición del mundo".
En esta ocasión nos encontramos con Andrés, personaje de la novela
subjetiva “Vida del ahorcado”. Como el personaje y como su autor determinan la
característica principal de su personalidad no se podrá encontrar más que
respuestas con esas características. Solo debemos tener en cuenta su condición,
ser ahorcado.
Entrevistador: ¿Sus actos, como aborrecer su hijo, tiene alguna
relación con su forma de crianza?
Andrés: “Mi padre y mi madre son mis enemigos primeros. No les llegó
la voz a tiempo y el tiempo de llegar la voz ha puesto un siglo entre uno y
otro”. Cualquier creación mía, aunque sea engendrar humanos, estará a destiempo,
su voz no alcanzará ni emisión ni receptor, su transmisión carece de sentido.
E: ¿Desequilibrio quizá?
A: “Después verás lo que haces ante los ojos húmedos de la madre. Pero
eso al fin qué importa”. Equilibrio es un vaso ocupado hasta la mitad, ni lleno
ni vacío. Lo importante sería el contenido del vaso, bien lágrimas u otro
líquido menos importante.
E: El equilibrio está en el contenido.
A: “Lo que sucede es que tienes pena de tu vaca y de tu cochino. Estás
enamorado de tu vaca y de tu cochino y en lo sucesivo no se te van a permitir
esas pasiones bestiales”. Lo más bajo del enamoramiento está en la forma
carnívora de su origen. Los tejidos solo ocupan un espacio estático que podría
ser liberado, lo importante es su liberación. Solo el aire es libre.
E: ¿Se trata de la libertad?
A: “vamos a hacer una nueva vida. Una nueva vida maravillosa. Vamos a
suprimir la corbata y el cuello. Vamos a permitir que todos los hombres se
dirijan la palabra con el sombrero puesto”. O de paso, olvidar de la existencia
de ese instrumento indumentario. Prohibir - aunque prohibir no tiene sentido –
el lenguaje corporal. Ningún gesto o movimiento muscular encubierto con
pliegues de piel tendrán sentido, solo se podrá captar la libertad del aire.
Quien no pueda interpretar el libre movimiento aéreo no podrá entender el
lenguaje, ni idea de un proceso de comunicación.
E: No se refiere al mundo terrenal. Su interés está en otro lugar.
A: EL <<no lugar>> es mi consistencia primera y última.
Solo puedo pensar en la no existencia de lo superficial. Si lo que pienso no es
una sensibilidad profunda interior, no hay sentido siquiera en pensar lo que
puede pasar en un tiempo futuro.
Esta es la versión de Andrés, sin embargo, no se puede asegurar que
sus palabras fuesen pronunciadas antes o después de ser ahorcado. El
entrevistador tampoco puede tener conciencia de ello. Solo se debe hacer un
ejercicio de imaginación circular. Solo un círculo o un espiral puede servir
para comprender la vida de un ahorcado.
Javier Chiliquinga
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